martes, 28 de mayo de 2013

OBJETIVO LA CASA BLANCA


Esta película ha nacido para ser un disfrute extraño, un film de acción raro en plena época de CGI. La nueva película de Antoine Fucqua debió nacer a mediados de los noventa, cuando los films de orgullo patrio norteamericano y los mandobles iban de la mano.

Objetivo la Casa blanca es una película puramente post 11S, que si bien ya queda lejos aquella fecha, casi doce años, todas las películas que han venido después han llegado con la intención de ennoblecer la bandera y mostrar un acercamiento al pueblo que antes no había, antes de las torres gemelas existían películas como Dave, presidente por un día, donde el pueblo llano solo podía soñar con el poder, pero Olympus has fallen (este es el título original del film) reivindica que un funcionario llano, un exguardaespaldas del presidente puede salvar la situación a lo John Mac Clane. Y creo que no me equivoco al nombrar al agente interpretado por Bruce Willis en La jungla de cristal, porque este film recuerda em muchos aspectos a la primera entrega de aquella saga. Cambiemos Nagatomi por la Casa blanca y a los rusos por coreanos y el resto es historia. De ahí que piense que esta película está desubicada, de ahí que sea un bicho raro en esta generación, Objetivo la Casa blanca es una película de las de antes y eso se nota, para mal.

El CGI, que cada vez que hace acto de aparición provoca una sonrojante carcajada y un Gerard Butler que por mucho que se esfuerce en metérnoslo por los ojos nunca funcionará como bad ass, son los grandes problemas de la película. No es casposa a pesar de los ataques a la Casa blanca, donde un CGI de producción barata de The Asylum y alguna que otra maqueta destrocen cualquier expectativa por crear una obra que huela a actualidad; ni tampoco es un mal film, de hecho es mucho mejor de lo que me pensaba, para una hija bastarda con estudios de Roland Emerich, pero hay que reconocer que la aparición de Morgan Freeman, siempre agradecida es uno de los puntos fuertes del film, que lo saca del atolladero en la parte final, cuando la película dispara a varios frentes intentando acertar y él, con una sola frase salva la jugada: "se han abierto las puertas del infierno".

Lo dicho, una película desubicada, con problemas de base, como los efectos especiales y un protagonista sin ninguna fuerza pero con un aire antiguo que entre mandoble y mandoble deja caer alguna que otra frase y ocurrencia entretenida, consiguen que esta Olympus has fallen sea un film bastante digno.

6/10


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