martes, 2 de julio de 2013

ALACRÁN ENAMORADO


El nuevo film de Santiago Zannou es una mezcla fallida de los films de boxeo de siempre con los grupos neonazis españoles. Una mezcla tan polémica como falta de sentimiento, una película que si bien hace lo que puede con el material que tiene no se esfuerza demasiado en ir más allá.

La película parte de una novela de Carlos Bardem con el mismo título y la película en todo momento parece tener las manos atadas, como si lo que la novela cuenta fuera la Biblia y salirse de ella un sacrilegio, por eso los recursos estéticos del film, que si bien dan un aire de película deportiva con estilo están bastante encorsetados, al igual que las interpretaciones, tan de manual que resultan previsibles, porque lo que de verdad importa es la historia que cuenta el film, una historia polémica a más no poder pero falta de personalidad. Los personajes no respiran libres, no veo a un Álex González que haga una interpretación soberbia, tal vez porque su personajes reúne todos los tópicos del género (lease familia disfuncional, falta de personalidad, sueños rotos y más mierder de la guía para crear personajes en serie escrita por, no sé, los directivos de Disney Channel), el personaje de Carlos Bardem tampoco me aporta nada, es calcado al que ya hiciera Morgan Freeman en, la bastante superior "Million dollar baby" de Eastwood y la chica de la película, interpretada por Judith Diakhate funciona a mediogas y la relación con el protagonista aparece solo cuando la parte neonazi del film no da para más, que suele ocurrir bastante.

Porque nada tiene la suficiente vidilla en el film. Toca un tema tan interesante como la violencia neonazi, un grupo violento encabezado por un Javier Bardem que, en las pocas escenas que aparece lo borda y con un Miguel Ángel Silvestre completamente "on fire" en un papel que le queda como un guante. Pero pasa de puntillas por esos grupos violentos, quiere tocar tantos palos y hablar de tantas cosas que al final lo deja todo a medias, no convence el esfuerzo invertido en el resultado final, ni siquiera una palmadita en la espalda en plan: "lo has intentado, diré que es buena", ni eso. La película tiene sus momentos y esos están bien pero justo cuando la película adquiere una personalidad y una valentía propias del tema tratado, que es en la parte final, otra vez el miedo a dejarlo todo bien atado y acaba con un final que, como el resto de la producción busca no enfadar demasiado a nadie.

Una película en apariencia valiente pero que si rascas un poco en la superficie rápidamente te encuentras con lo de siempre de Zannou, un cine que parece valiente y arriesgado pero que en último término no quiere enfadar a nadie.

5/10


No hay comentarios:

Publicar un comentario